Rodolfo Lenz (Rudolf Heinrich Robert Lenz Danziger) nació en Halle, Alemania, en 1863. Obtuvo el grado de Doctor en Filosofía en 1886, en la Universidad de Bonn. Tenía una gran habilidad para aprender lenguas y, aparte del alemán, dominaba el inglés, francés, italiano y el español. A fines de 1889, con tan solo 27 años de edad, fue contratado por el Gobierno de Chile para impartir clases en el Instituto Pedagógico, junto a otros docentes como Federico Hanssen y Federico Johow. En definitiva, no solo se desempeñó en la enseñanza superior, pues entre 1895 y 1903 fue profesor de Gramática Inglesa en el Instituto Nacional y, entre 1902 y 1903, rector interino del Liceo de Aplicación.
Formado al alero del positivismo europeo de la segunda mitad del siglo XIX, Lenz comprendía el lenguaje como una expresión cultural viva, que varía no tan solo en el tiempo, sino también dentro de la misma sociedad. Además, sostenía que las lenguas eran la manifestación de la mente de los pueblos, en consonancia con lo que proponía la sicología social de fines del siglo XIX (Valencia, 1993).
Lenz fue pionero en el estudio de la lengua hablada en nuestro país, tarea a la que imprimió un sello de rigor metodológico sin precedentes. Su aproximación a la lengua como objeto de estudio científico lo llevó a realizar exhaustivas investigaciones de campo, con el propósito de registrar empíricamente las características del habla local. En este sentido, Lenz fue un adelantado a su época, al propugnar un enfoque descriptivo de gran modernidad para una disciplina aún incipiente y de carácter, para entonces, esencialmente normativo.
Su formación filológica le permitió realizar importantes aportes en diversas áreas del conocimiento lingüístico, que lo acreditan como un lingüista completo. En el plano experimental, contribuyó con valiosos descubrimientos e inventos en el ámbito de la fonética, como, por ejemplo, el paladar artificial, herramienta que ayudó a demostrar experimentalmente la división de esta cavidad, premisa esencial para describir los sonidos del habla. En el plano teórico, su trabajo se desarrolló en múltiples direcciones. En primer lugar, se preocupó por la modernización del sistema de enseñanza de lenguas extranjeras en las instituciones del país, de acuerdo a las innovaciones pedagógicas y metodológicas implementadas en Europa. En segundo lugar, propuso herramientas gramaticales vitales para la enseñanza de la lengua española, marcando siempre una postura independiente y crítica de la obra de sus predecesores, en especial la de Andrés Bello. Además, propuso lineamientos para la ortografía de nuestra lengua, de acuerdo a la premisa de que "la pronunciación es la única, absolutamente la única base para la escritura, porque sólo así es posible tener una guía fácil i segura para todo el que sepa la lengua" (Lenz, 1894). En cuarto lugar, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo lexicográfico, al elaborar el Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas (1904-1910), considerado no tan solo un aporte al conocimiento de las lenguas indígenas, sino también un trabajo precursor de la metodología que emplearía la lexicografía científica mucho tiempo después. Por último, su trabajo sentó las bases para la descripción del español de Chile, lo que se aprecia en obras como Estudios chilenos (1940a) o Para el conocimiento del español de América (1940b), donde concluye que la lengua hablada en Chile es una variante del español con sonidos mapuches.
También desarrolló Lenz una labor esencial en la caracterización de la lengua mapuche. Los materiales recogidos demuestran el carácter científico de su trabajo, en oposición a la poca sistematicidad con la que operaron los misioneros jesuitas que intentaron describir el mapudungún. La aproximación filológica que imprimió a los estudios araucanos (denominados así por Lenz), incluyó otros aspectos de la cultura mapuche como, por ejemplo, sus ritos y tradiciones orales y el problema de la traducción del idioma.
Considerado uno de los pioneros del estudio del folclore en el país, Lenz no solo se ocupó de registrar en terreno las manifestaciones de la cultura oral, sino que además promovió su divulgación y estimuló el interés académico a través de iniciativas como la fundación de la Sociedad Chilena de Folklore, junto a Julio Vicuña Cifuentes y Ramón Laval. Dentro de esta línea de investigación, prestó especial atención a la Lira Popular, llegando a reunir la primera y más vasta colección de pliegos de poesía tradicional que se conozca hasta ahora. Este tesoro documental se conserva en el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional.
Rodolfo Lenz falleció a los 74 años, dejando sentadas las bases para el desarrollo de las ciencias humanas y del lenguaje en Chile.
Extraído de Memoriachilena
Contreras, C. (1989). Lengua y folklore en la obra de Rodolfo Lenz. Estudios Filológicos, 24, 39-53.
Dannemann, M. (1989-1990). Rodolfo Lenz, etnólogo y estudioso del folklore. Revista Chilena de Antropología, 8, 77-92.
Dannemann, M. (2000-2001). Vida y obra de Rodolfo Lenz. Boletín de Filología de la Universidad de Chile, XXXVIII, 331-339.
Labarías, M. T. y Cárdenas, J. H. (1998). Documentos Auténticos de Rodolfo Lenz. Catálogo Crítico. Cuadernos de la Facultad. Facultad de Historia, Geografía y Letras, 1.
Sánchez, G. (1992). La contribución del Dr. Rodolfo Lenz al conocimiento de la lengua y la cultura mapuches. Boletín de Filología de la Universidad de Chile, XXXIII, 273-299.
Sánchez, G. (2014). El Dr. Rodolfo Lenz iniciador de la investigación científica de la lengua y cultura mapuche en Chile. Revista Brasileira de Linguística Antropológica, 6(2), 501-534.
Valencia, A. (1993). El legado de tres maestro: Lenz, Oroz y Rosales. Revista de Lingüística Teórica y Aplicada, 31, 137-162.